Medios y dictadura

“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados...


El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información”.

 

Norberto Gonzalo en la piel de Rodolfo Walsh, sobre idea de Lucía Cedrón

 

"Nunca se grabaron tantas miniseries", sostiene Luis Machín

La familia argentina, de Alberto Ure con dirección de Cristina Banegas, comparte sus funciones en Buenos Aires con numerosas giras. Uno de sus intérpretes, Luis Machín, toma una pausa y reflexiona sobre un año teatral y televisivo que lo hizo trasladarse a Córdoba.
Allí filmó una miniserie en la que encarnó a Adolf Hitler. Pero en la larguísima lista de personajes históricos que encarnó se incluyen desde San Martín, Sarmiento y Perón hasta Néstor Kirchner. “Creo que los políticos le han robado al actor escenario –afirma–. Reconocen en el intérprete a alguien que llega a la gente". 

—¿En qué miniseries trabajaste?
—Estuve en Diálogos fundamentales del Bicentenario, proyecto general dirigido por Lucía Cedrón. La producción ejecutiva es de Gustavo Alonso y Ana Caride Burgos y la general, de Sebastián Rollandi. Aunque aún no se sabe el orden de los capítulos, interpreté a San Martín, Sarmiento, Perón, Agustín Tosco, el general Mosconi, Domingo Cavallo y Kirchner. También trabajé en Maltratadas e Historias de la primera vez, sin olvidar la miniserie cordobesa Edén, donde hice de Hitler.


—¿Cuáles fueron las dificultades para encarnarlo?
—Tuve que estudiar la fonética del alemán. Voy a aparecer subtitulado, pero me pasé dos meses estudiando y luego pedí la presencia de un nativo en el set mientras grababa, para que me corrigiera. Me dijeron que hasta me salió un cierto acento austríaco. En esta ficción, Hitler no se suicida sino que escapa y viene a vivir a este lugar, después de pasar por Mendoza. Ya empezó a emitirse por Canal 10 de Córdoba con el título de Edén, el nombre de un hotel en La Falda, donde sus dueños alemanes habían alojado desde a Rubén Darío hasta a Albert Einstein.
-¿Estos trabajos surgieron por la nueva ley de radiodifusión? 
—Sin duda, nunca antes se habían grabado tantas miniseries en todo el país. Trabajé en Córdoba y sé de otras en distintas provincias. Buenos Aires todavía tiene más posibilidades, aún no conseguimos igualar las situaciones, pero por suerte ya los canales locales están gestando su propia producción. Es notable la cantidad de ficciones con el sistema digital, ojalá que los canales de aire se pongan a coproducir como lo hizo América y sé que las primeras emisiones midieron muy bien. Es muy positivo sobre todo para las provincias, son importantes fuentes de trabajo. A la larga va a permitir que cada uno se quede en su lugar para trabajar de lo que quiere. Como rosarino, tuve que ir a Buenos Aires para poder vivir de la actuación, pero si esto se desarrolla como se prevé, no hará falta tener que dejar la ciudad natal. Con los años, imagino que hasta habrá formas regionales de contar.
—Hay una división entre actores K y anti K: ¿lo mismo sucede en la sociedad?
—Existen River y Boca, Rosario Central y Newell’s Old Boys o radicales y peronistas. No creo que sea sólo en este momento, lo vivo como natural, pasó siempre y las discusiones son muy sanas. Me molesta que me llamen asalariado del oficialismo porque es mentira y no conozco el rédito de esta falsedad. Soy serio en lo que hago y pido respeto. Nadie me consultó antes de poner estas difamaciones. Hice de Hitler: ¿por eso van a decir que soy pro nazi? Me permito el juego porque soy actor.
—¿Conociste a alguno de estos protagonistas personalmente?
—No, a ninguno, ni siquiera estuve cerca, ni los vi de lejos. El actor debe crear a partir de ciertas imágenes. Nadie sabe cómo se comportaba Perón en su intimidad, lo que proponemos son creaciones. Mi premisa fue que cualquiera que viera ese trabajo lo identificara con la persona real, busqué que se lo reconociera. Me cambiaron el corte de pelo, me lo tiñeron y usé lentes de contacto. Sin embargo, cuando vi ese capítulo me quedé muy conforme.

http://www.perfil.com/ediciones/2011/10/edicion_621/contenidos/noticia_0080.html

ONCE PERSONAJES EN LA PIEL DE CARLOS DEFEO

“Me convocó Lucía Cedrón (directora de Diálogos...) porque me conocía de cuando hice un casting para la película Cordero de Dios. Ensayamos en febrero y grabamos en algunas semanas de marzo y todo abril y mayo”, cuenta Defeo, quien interpreta a once personajes históricos a lo largo de la miniserie, que cuenta 13 momentos importantes en los 200 años desde la Revolución de Mayo. “Simón Bolívar fue el que más me costó interpretar y Magnetto y Sánchez Sorondo fueron los más siniestros de los once”, confiesa Defeo al diario Perfil en su edición del 1° de octubre.

“El primer capítulo que grabé fue Medios y dictadura". En la escena que encara Defeo dice que su personaje, un joven empresario de los medios, le pregunta a Lidia Papaleo (encarnada por Malena Solda) con tono intimidatorio: “¿Existe algo más importante en este momento que la seguridad suya y la de su hija?”. “Como dijo Papaleo en su declaración ante la Justicia de que no se olvidará más la mirada de Magnetto, nosotros buscamos darle importancia a esa imagen”, recordó el actor.
Defeo, de 45 años, es psicólogo, estudió con Julio Chávez y Ricardo Bartís y lleva 15 años de trayectoria como actor. Sus primeras obras en el off fueron De mal en peor y La pesca, en el Sportivo Teatral, con la que salió de gira por el exterior. “Si bien no tengo experiencia en miniseries, hacer de Magnetto me resultó un personaje, más aunque sí un desafío profesional. El guión estaba muy bueno porque se basaron en el informe de Papel Prensa que se publicó el año pasado. Las escenas no eran muchas, pero sí complejas. Recuerdo la que plasmamos en que Magnetto separa a Lidia Papaleo de la suegra y del cuñado y tiene una conversación bastante extorsiva, diría siniestra, de la historia argentina. Claro que es una versión, van a tener críticas a favor y otras en contra, más aún con todo lo que se armó con Mike Amigorena”, analiza Carlos Defeo en relación a la polémica desatada por otra ficción que abordaría el mismo tema.

“Yo defiendo a todos los personajes, no los juzgo porque soy actor, aunque a veces lo que uno defiende queda expuesto y el juicio lo pone la persona que lo ve. No me parece un personaje bueno ni malo. En la situación ésta justamente no es que muestro una parte bella de ver.” Y finaliza jurando que está tranquilo, prácticamente en el otro extremo de Amigorena, en vida y profesión, casi a años luz de llegar a sentirse presionado por su trabajo en Diálogos...: “Yo no tengo miedo de aprietes, no le temo a nada, mi familia tampoco. Soy un actor de teatro, no me conoce nadie, tengo otro perfil, aunque sería desagradable recibir presiones. Mucho menos de tener miedo de que se me cierren las puertas de Pol-ka porque nunca me las abrieron, vengo de otro género, y no tengo que quedar bien con el dueño de donde uno quiere trabajar”.

Roberto Carnaghi es Yrigoyen

La polémica en torno a la defensa de los recursos naturales toma forma en el quinto capítulo de la serie, en el que el Gral. Mosconi entabla relación política con el presidente Hipólito Yrigoyen

Con la actuación especial de Mario Alarcón y dirección de Ulises Rosell

Pantalla grande en la pantalla chica

Por María Iribarren, para Tiempo Argentino (fragmento)

TRAMAR LA DIFICULTAD. Entre los proyectos ganadores del Plan de Promoción de Contenidos Audiovisuales Digitales del INCAA (estrenados o a la espera), algunos fueron dirigidos y/o producidos por realizadores cinematográficos. Por ejemplo, Maltratadas (con dirección de Alberto Lecchi), Proyecto Aluvión (dirigida por Francis Estrada y con producción de Marcelo Céspedes) y La nieta de Gardel (dirigido por Gustavo Postiglione). Diálogos fundamentales del Bicentenario (aún sin fecha de estreno) fue producida por SUTEBA, a partir de una idea original del historiador Sebastián Negri, y contó con la dirección general de Lucía Cedrón.
“Interiormente, sentí que fue la diferencia entre el cine de autor y el cine industrial: no se quería un director de tele que desapareciera detrás de un estilo, sino que se buscaron directores de cine que aportaran su mirada particular y su estilo”, recuerda la directora de Cordero de Dios. “Yo propuse una estructura para cada capítulo, trabajé con los coordinadores de guión y dirigí seis episodios. El resto, lo dirigieron Hernán Belón (Sofía cumple 100 años), Ulises Rosell (Sofacama) y Enrique Bellande (Ciudad de María)”
En cada episodio (13 en total), se recrea la reunión de dos personajes que torció el rumbo de la historia: San Martín y Bolívar, Roca y Runciman, Perón y Eva, Lidia Papeleo y Héctor Magnetto, Néstor Kirchner y Lula, entre otros. El elenco estable (integrado por Malena Solda, Carlos Defeo, Luis Machín, Roberto Carnaghi, Ana Celentano, Julián Krakov y Damián Canducci), cubrió todas las interpretaciones.
"Grabamos como si fuera el rodaje de un largo: en ocho semanas corridas, y cada capítulo llevó dos o tres días. Cuando empezamos a ver cómo contar los diálogos nos dimos cuenta de que la idea era divina, pero que se podía transformar en algo tedioso y poco dinámico. Porque, entre dos personas que hablan, hay un montón de cosas que se omiten, que están sobreentendidas. ¿Cómo hacer para que la trama fluya y al mismo tiempo no dejar afuera al espectador que desconoce el contexto histórico? Se me ocurrió incluir en el argumento eso que nos estaba pasando: ficcionalizar el backstage de una directora de cine que está haciendo una serie de televisión, tratando de ver cómo contarla, con un guionista y un historiador.
Esos tres personajes son los que dan la información que hace falta para contextualizar, alivianan los diálogos y cuelan nuestra opinión sobre la problemática que plantea cada episodio.”

Solventada en otros tiempos narrativos, rompiendo la lógica de la tanda comercial o apropiándose de ella, concebida desde un encuadre cinematográfico, hay una imagen nueva en la TV que, acaso, logre rectificar la hegemonía audiovisual que aún domina esa pantalla.


Ver nota completa en Suplemento Cultural del diario Tiempo Argentino http://tiempo.elargentino.com/notas/pantalla-grande-pantalla-chica

Primer capítulo: San Martín y Bolívar

Luis Machín personifica al General José de San Martín en el encuentro que mantuvo con Simón Bolívar en Guayaquil

El primer episodio plantea la estructura de toda la serie, en la que una directora de cine (Ana Celentano)junto a su guionista y un historiador (Damián Canducci y Julián Krakov)se proponen abordar distintos sucesos de la historia argentina

Locación: Colegio Militar / Dirección: Lucía Cedrón / Producción ejecutiva: Ana Caride



Locación: Alta Definición Argentina / Segunda unidad:Lucía Cedrón, Eduardo Turri y Leandro Vitullo / Sonido directo: Alejo Zito / Producción ejecutiva: Gustavo Alonso

Presentación ante autoridades nacionales y programadores

El pasado 29 de agosto del corriente, se realizó la Primer Jornada de Contenidos Audiovisuales Digitales.
Entre los contenidos presentados se contaba DIÁLOGOS FUNDAMENTALES DEL BICENTENARIO, cuya presentación pública estuvo a cargo de Sebastián Negri, autor de la idea original del proyecto, y la actríz Ana Celentano, protagonista excluyente de la serie que cuenta con dirección general de Lucía Cedrón.
El evento se enmarca en la difusión del Plan Operativo de Fomento y Promoción de Contenidos Audiovisuales ofrece la posibilidad de contar con las herramientas suficientes para que productores independientes puedan producir contenidos digitales de calidad. De este modo, los canales públicos de todo el país pudieron elegir entre más de 216 capítulos, tanto de series documentales como de ficciones, para integrar la programación de sus pantallas a partir del mes de septiembre.